La sencillez es eficiente y productiva. Muchas empresas tienden a complicarse la vida con una estructura y forma de trabajar demasiado compleja, poco realista y, sobre todo, rígida y costosa. Una organización pequeña no puede competir con el potencial de una grande, pero puede se puede tratar de ver cómo mejorar un negocio, haciendo las cosas fáciles y aportando dinamismo a toda su operativa.